IV Convención Gnóstica de
Centroamérica y el Caribe.
El Salvador 2014
27,28 y 29 de Diciembre
Boletín
Informativo N° 7.
A todos nuestros hermanos misioneros, presidentes y
estudiantes del I.G.A. Les hacemos llegar un fraternal saludo desde el
salvador, esperando que se cumplan todos vuestros anhelos tanto en lo físico
como en lo espiritual y que reciban las bendiciones de vuestro padre.
En el
presente boletín les hacemos llegar un mensaje del V.M. Samael.
Mensaje: los Sofismas de la Distracción
Sofismas, son los falsos razonamientos que inducen
al error y que son gestados por el ego en los cuarenta y nueve niveles del subconsciente.
El subconsciente es el sepulcro del pasado sobre el
cual arde la llama fatua del pensamiento y en donde se gestan los sofismas de
distracción; éstos llevan al animal intelectual a la fascinación, y por ende,
al sueño de la conciencia.
Lo que está guardado dentro del sepulcro es
podredumbre y huesos de muertos, más la losa sepulcral es muy bonita y sobre
ella arde fatalmente la llama del intelecto.
Si queremos disolver el yo, tenemos que destapar el
sepulcro subconsciente y exhumar todos los huesos y la podredumbre del pasado.
Muy bonito es el sepulcro por fuera, pero por dentro, es inmundo y abominable;
necesitamos volvernos sepultureros.
Insultar a otro, herirle en sus íntimos
sentimientos, humillarle, es cosa muy fácil cuando se trata, dizque de
corregirle para su propio bien. Así piensan los iracundos, aquellos que
creyendo no odiar, odian sin saber que odian.
Muchas son las gentes que luchan en la vida por ser
ricos. Trabajan, ahorran y se esmeran en todo, pero el resorte secreto de todas
sus actividades es la envidia secreta, la que se desconoce, la que no sale a la
superficie, la que permanece guardada en el sepulcro del subconsciente.
Es difícil hallar en la vida a alguien que no
envidie la bonita casa, el flamante automóvil, la inteligencia del líder, el
hermoso traje, la buena posición social, la magnífica fortuna, etc.
Casi siempre los mejores esfuerzos de los
ciudadanos tienen como resorte secreto a la envidia.
Muchas son las gentes que gozan del buen apetito y
aborrecen la glotonería, pero comen siempre mucho más allá de lo normal.
Muchas son las gentes que vigilan a su cónyuge
exageradamente, pero aborrecen los celos.
Muchos son los estudiantes de ciertas escuelas
pseudo esotéricas y pseudo ocultistas que aborrecen las cosas de este mundo y
no trabajan en nada porque todo eso es vanidad, pero son celosos con sus
virtudes y jamás aceptan que alguien les califique de perezosos.
Muchos son los que odian la lisonja y la alabanza,
pero no tienen inconveniente en humillar con su modestia al pobre poeta que les
compuso un verso con el único propósito de conseguir una moneda para comprar un
pan.
Muchos son los jueces que saben cumplir con su
deber, pero también son muchos los jueces que con la virtud del deber han
asesinado a otros. Fueron numerosas las cabezas que cayeron en la guillotina de
la Revolución Francesa.
Todos los verdugos cumplen con su deber y ya son
millones las víctimas inocentes de los verdugos. Ningún verdugo se siente
culpable, todos cumplen con su deber...
Las cárceles están llenas de inocentes, pero los
jueces no se sienten culpables porque están cumpliendo con su deber.
El padre o la madre de familia, llenos de ira,
azotan y dan de palos a sus pequeños niños, pero no sienten remordimiento
porque están, dizque cumpliendo con su deber y todo aceptarían menos que se les
calificara de crueles.
Sólo con la mente quieta y silente, sumergidos en
profunda meditación, podremos extraer de entre el sepulcro del subconsciente
toda la podredumbre secreta que cargamos dentro. No es nada agradable ver la
negra sepultura con todos los huesos y podredumbre del pasado.
Cada defecto escondido huele feo dentro de su
sepultura, pero viéndolo resulta fácil quemarlo y reducirlo a cenizas.
El fuego de la comprensión reduce a polvo la
podredumbre del pasado. Muchos estudiantes de Psicología, cuando analizan el
subconsciente, cometen el error de dividirse entre analizador y analizado,
intelecto y subconsciente, sujeto y objeto, perceptor y percibido.
Esos tipos de división son los sofismas de distracción
que nos presenta el ego. Estos tipos de división crean antagonismos y luchas
entre intelecto y subconsciente, y donde hay luchas y batallas no puede haber
quietud y silencio de la mente.
Sólo en la quietud y silencio mental podemos
extraer de entre la negra sepultura del subconsciente toda la podredumbre del
pasado.
No digamos mi yo tiene envidia, odio, celos, ira,
lujuria, etc., mejor es no dividirnos, mejor es decir: yo tengo envidia, odio,
celos, ira, lujuria, etc.
Cuando estudiamos los Libros Sagrados de la India,
nos entusiasmamos pensando en el Supremo Brahman y en la unión del Atman con el
Brahman; pero, realmente, mientras exista un yo psicológico con sus sofismas de
distracción, no podemos lograr la dicha de unirnos con el Espíritu Universal de
Vida. Muerto el yo, el Espíritu Universal de Vida está en nosotros como la
llama en la lámpara.
V.M Samael Aun Weor
La Revolución de la
Dialéctica.
Atentamente:
La Coordinación C.A